Nuestra Historia
Desde que en 1974 Jose Mari junto con su esposa Conchi iniciaran esta aventura en nuestro pueblo han pasado más de 40 años y tres generaciones que manteniendo los platos tradicionales que tanta fama y amigos nos han granjeado han ido incorporando esos toques modernos que sin estridencias componen nuestra carta actual. En entorno lo pedía, más de 200 vinos de las mejores bodegas integran nuestra bodega para deleite de nuestros visitantes.
La parrilla, deliciosa, contundente, sin concesiones nada más que a lo auténtico y tradicional. Carne seleccionada, cuidada y curada en casa, brasas, sal y el cariño que solo Julio sabe darle.
En sala, Chema y Jasmina, cercanía y discreción, están en su casa y nos hacen sentirnos como en la nuestra.
La cocina, donde nace todo, la tradición, los pucheros y Vega al frente de todo, de la chispa, de aportar esos destellos de innovación, con la frescura de la juventud y sin perder la vista atrás, Joana.
Todos, junto con nuestro equipo, hacemos Jose Mari.
Y ni mucho menos podríamos olvidarnos del abuelo, del Abuelo Jose Mari, con mayúsculas, quien diariamente nos ayuda a mantener su legado, quien desde su silencio nos aprueba y quien con sus consejos nos ayuda a mejorar. Desde su sitio en el bar o en la terraza es parada obligada para los amigos que nos visitan, primero saludar a Jose Mari y luego comer, ese es el ritual. Y los que nos visitan por primera vez ya salen siendo amigos, ellos a su vuelta perpetuaran el ritual.
Buen provecho.